El año nuevo está cada vez más cerca y si eres de los que siempre pone entre sus propósitos hacer más ejercicio o llevar un estilo de vida más saludable, entonces tal vez quieras considerar inscribirte a una o dos clases de yoga a la semana. Este ejercicio es una excelente alternativa para los que están buscando una actividad física que los mantenga flexibles, estimule los músculos, fortalezca la circulación y además, sea muy divertido, sobre todo al hacerlo con más personas.
A través del yoga puedes explorar y expandir los límites de tu propio cuerpo, así como reconectar con tu “yo” más profundo y darte un momento de reflexión para aclarar tus ideas; no por nada esta técnica de origen hinduista se ha posicionado tan fuertemente en los últimos años.
El día de hoy te compartimos algunas razones para que te animes a tomar una buena clase de yoga con tu instructor de confianza:
El yoga tiene propiedades medicinales
En años recientes, numerosas pruebas científicas y estudios controlados han señalado que el yoga tiene muchas propiedades medicinales. No solamente ayuda a mantener el estrés a raya, lo cual es excelente en sí mismo, sino que puede contribuir a controlar problemas de hipertensión, aliviar el dolor de espalda por tensión y facilitar el sueño, ya que es un relajante muy efectivo que se trata de hábitos y no genera adicciones, a diferencia de fármacos o tés “milagrosos”.
Para las personas mayores, esta actividad también es una excelente manera de mantenerse activos, sin exigirle de más a su cuerpo. Muchos pueden pensar en poses extravagantes o muy demandantes cuando escuchan la palabra “yoga”, pero en realidad hay para todos los niveles y gustos.
No hace falta ser intrépido
Continuando con la idea anterior, seguramente cerca de tu casa puedes encontrar un grupo o una clase de yoga hecha a la medida. Es común pensar que este deporte es solamente para los que tienen mucha fuerza o flexibilidad, pero hay niveles de dificultad y enfoques de muchas naturalezas. No es lo mismo el hatha yoga que el yin yoga; si bien el primero sí se trata de desarrollar el aspecto físico, el segundo es mucho más tranquilo y lento, perfecto para combatir el estrés.
Si no quieres o no puedes pararte de cabeza, ¡está más que bien! No es una competencia de gimnasia. De hecho, no es ningún tipo de competencia. El yoga se trata de ti, de lo que tu cuerpo necesita, lo que puede hacer y cómo puedes estar en mejor sintonía contigo mismo. Todos pueden hacer yoga, incluso personas que tienen algún tipo de discapacidad motora. El único requisito para hacer yoga es saber respirar y tener muchas ganas de aprender más sobre ti mismo.
El yoga no duele
El enfoque del yoga es muy diferente a la idea occidental del ejercicio. Aquí no aplica la filosofía del “si no duele, no sirve”, porque el objetivo del yoga no es quemar calorías. Los textos antiguos, de hecho, dicen que la postura en el yoga debe ser “fija y cómoda”, «relajada y estable» o «suave y calmada». Si fuerzas tu cuerpo para llegar a una postura determinada, estás haciendo otro tipo de ejercicio más parecido a la calistenia o incluso la gimnasia.
El yoga es gradual, tranquilo y amable, para estirar los músculos y poco a poco recuperar movilidad. Si te duele, probablemente necesites ayuda de un instructor certificado para ajustar tu método y redefinir tu enfoque.
Si quieres comenzar a explorar el maravilloso mundo del yoga, te recomendamos revisar nuestra sección especial y contactarnos si necesitas más información. Namasté!