Al dormir, entramos en un estado de inconsciencia profundo, en el que las funciones del cerebro y del organismo continúan activas. Es la forma que tiene nuestro cuerpo de recargarse y reposar, preparándose para una nueva jornada. Este complejo proceso biológico es primordial para mantener una buena salud general y estar de buen humor, enfrentando los retos con entusiasmo en lugar de desesperación.
Al dormir, el cerebro atraviesa cinco fases diferentes, cada una con sus propias características: en alguna de ellas, las ondas cerebrales aumentan su frecuencia, en otras los músculos se contraen y así sucesivamente.
Es importante que le permitamos a nuestro cuerpo llevar su proceso de sueño de la manera más saludable posible, sin acortar ni interrumpir ninguna de las fases, ya que cada una de ellas tiene un objetivo y en conjunto, al permitirnos aprovechar al máximo todas nuestras horas de sueño, además de sentirnos descansados, también aumentamos nuestra memoria, descansamos el sistema vascular, liberamos hormonas del crecimiento y mucho más.
Y entonces, ¿cuántas horas debemos dormir?
Este número depende de una infinidad de factores: la edad, el estilo de vida, el estado de salud físico y psicológico. A grandes rasgos, las recomendaciones generales son las siguientes:
- Recién nacidos: de 16 a 18 horas de sueño al día, separadas en intervalos, ya que es difícil que los bebés duerman de corrido, al menos hasta que empiezan a comer sólido, que es alrededor de los seis meses de edad.
- Niños en edad preescolar: de 11 a 12 horas de sueño al día. Los pequeños de tres a cinco años deben dormir la mayor cantidad de horas a la noche, y adicionalmente una siesta reparadora a media tarde.
- Niños en edad escolar: por lo menos 10 horas de sueño al día. Aquí los niños ya son capaces de dormir todas o la gran mayoría de sus horas de sueño en la noche, pero también pueden tener una pequeña siesta rápida en la tarde.
- Adolescentes: de 9 a 10 horas de sueño al día, por la noche y de corrido. Los adolescentes tienden a desvelarse en la noche, ya que sienten que es un momento del día que les pertenece enteramente y en el que pueden ver películas y hablar con sus amigos. Si este es el caso, pueden hacerlo en el fin de semana y dormir hasta tarde, mientras que entre semana es importante mantener una buena rutina de sueño.
- Adultos (incluyendo adultos mayores): de 7 a 8 horas de sueño al día. Algunos incluso pueden funcionar bien con 6 horas de sueño, pero en general, la cantidad óptima casi siempre oscila alrededor de las 8.
Una buena forma de saber si estás durmiendo lo suficiente es preguntarte: ¿me cuesta levantarme por la mañana? ¿Me cuesta concentrarme durante el día? ¿Tengo sueño al realizar mis actividades? De esta forma puedes evaluar si realmente estás descansando como deberías o no.
¿Qué pasa si no dormimos bien?
Cuando no completamos de manera satisfactoria las etapas de sueño naturales, podemos estar más irritables durante el día, o tener temperamentos mucho más explosivos. También podemos llegar a presentar problemas de salud que se agravan por el bajo nivel de descanso, o incluso podemos desarrollar depresión o ansiedad.
Por eso es importante saber cuántas horas debemos dormir, cómo podemos dormir mejor y cuáles son las consecuencias de no hacerlo. Al comprender cómo funciona nuestro cuerpo, podemos tomar mejores decisiones que nos ayudan a cuidar de nuestra salud integral.